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La exposición al ruido a largo plazo tiene efectos importantes sobre la salud. Por eso, uno de los principales retos de las empresas es prevenir y minimizarlos. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) eL ruido es  todo sonido indeseable que produce una sensación auditiva considerada molesta o incómoda y que con el paso del tiempo y por efecto de su reiteración, puede ser perjudicial para la salud de las personas.

EL ruido puede causar daños irreversibles en la audición a largo plazo. Los efectos del mismo, los podemos diferenciar en efectos auditivos, como sordera profesional, hipoacusia, disminución temporal del umbral, trauma acústico o presbiacusia; y en efectos no auditivos como aumento frecuencia respiratoria, índice úlceras gastroduodenales, alteraciones agudeza visual y campo visual.

¿Cuándo se debe usar protección auditiva?

De forma habitual, el uso de EPI (equipo de protección individual) debe ser el recurso al que acudir cuando se realiza la evaluación de riesgos. Los protectores auditivos son equipos de protección individual que, debido a sus propiedades para la atenuación de sonido, reducen los efectos del ruido en la audición, para evitar así un daño en el oído.  En este sentido, es importante señalar que existen tres grandes pasó a tener en cuenta a la hora de plantear una buena política de seguridad e higiene frente a posibles daños del ruido: 

La selección de los dispositivos: requiere un conocimiento amplio del puesto de trabajo y de su entorno. Es por ello que la elección debe ser realizada por personal capacitado y, en el proceso de elección, la participación y colaboración del trabajador será de capital importancia.

El uso de los dispositivos: Los protectores auditivos deberán llevarse mientras dure la exposición al ruido. Los Protectores Auditivos como los tapones son netamente personales y se  deberá prohibir su reutilización por otra persona por cuestiones de higiene. Los demás protectores como copa, pueden ser utilizados excepcionalmente por otras personas previa desinfección.

Y por último, el mantenimiento de los protectores auditivos  que deberá efectuarse de acuerdo con las instrucciones del fabricante. Tras lavarlos o limpiarlos, deberán secarse cuidadosamente los protectores y después se colocarán en un lugar limpio antes de ser reutilizados. Deberán reemplazarse los protectores cuando hayan alcanzado su límite de empleo o cuando se hayan ensuciado o deteriorado